LOS TALLERES
Un taller es un espacio seguro y protegido en el que desarrollo mi trabajo en sintonía con el campo relacional, esto es, el espacio que se genera en la interrelación con otros. Este campo, que se compone de aspectos visibles, así como de procesos emocionales inconscientes y abarca más allá del individuo. Por ello, en un taller, cada participante actúa como una ventana a través de la que emergen no solo contenidos individuales, sino también contenidos colectivos estrechamente vinculados a los asuntos actuales más acuciantes que afectan a la humanidad. Un taller abre la posibilidad de tomar conciencia de esos asuntos para poder transformarlos y caminar como individuos que participan de una cultura más despierta y sostenible.
Abordar lo colectivo a partir de asuntos personales aporta una mayor comprensión y compasión hacia las partes enfrentadas, lo cual repercute en la resolución de los conflictos que nos impiden conectar con nuestro ser más auténtico. Trabajar los conflictos personales de este modo apoya al individuo a penetrar en diferentes niveles de profundidad, reflexionar sobre las experiencias del pasado y visibilizar los aspectos que están bloqueando su propio crecimiento personal para abrirse a las posibilidades que emergen del futuro y contribuir, así, a una transformación global.
Es esta conexión entre lo individual y lo colectivo lo que convierte a estos encuentros en experiencias de sanación y transformación de memorias tanto individuales como colectivas.
El diseño de los talleres gira en torno a diferentes arquetipos, ya que estos contienen características y cualidades personales que todos los seres humanos compartimos. Según Jung, los arquetipos son estructuras innatas y heredadas que habitan en el terreno de nuestro inconsciente. A lo largo de la historia de la humanidad, estas estructuras nos han servido como patrones de aprendizaje donde hallar el conocimiento que necesitamos para evolucionar hacia una versión más elevada de nosotros mismos.
Los arquetipos que inspiran cada taller son: el Guerrero, el Sanador, el Visionario, la Sombra y el Maestro. La reconocida antropóloga Ángeles Arrien desarrolló la investigación de la relación de algunos de estos arquetipos con la naturaleza, las estaciones del año, los cuatro elementos y los ancestros, así como sus cualidades fundamentales, sus herramientas de poder y sus aspectos sombríos.
Al enfocarme en estos arquetipos, sus cualidades y sombras emergen de manera orgánica y vivencial, en relación a la experiencia vital de los participantes, conformando un proceso continuo a lo largo de este recorrido anual. Ello hace de un taller una experiencia única para cada participante, así como un contenedor transformador de los contenidos humanos que necesitan ser procesados e integrados para dar paso a nuevas comprensiones que contribuyen a la resolución de conflictos y a un bienestar integral.
MÉTODO DE TRABAJO
En cada taller, me ocupo de facilitar los procesos que se despliegan, enfocándome en atender las señales visibles y sutiles que los participantes emiten. Básicamente, tengo en cuenta lo que está sucediendo en el nivel consciente o primario y en el inconsciente o secundario, compuesto por aquello que normalmente no percibimos en una situación dada. Este nivel se manifiesta a través de dobles señales, sincronías, sueños, síntomas y, sobre todo, sensaciones corporales que dan acceso a una amplia gama de sentimientos que también necesitan ser reconocidos y aceptados.
Por lo general, solemos marginar o ignorar esos aspectos al percibirlos como amenazantes, lo que no impide que continúen actuando de un modo inconsciente y determinen la calidad de nuestras relaciones, salud o crecimiento personal. Sin embargo, todos ellos son la puerta a un estado alterado de conciencia del que extraer información muy valiosa sobre el campo, tanto a nivel individual como colectivo, con el fin de adquirir y desarrollar un mayor grado de conocimiento, comprensión y compasión.
A través de la práctica del Mindfulness, o la atención consciente, apoyo a los participantes a reconocer la realidad de sus circunstancias y a salir de la negación de lo que hay (insatisfacción, enfermedad, pobreza, ira, dolor, ambición…). Se trata de mantener en cada momento la conciencia de nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones corporales y entorno, sin juzgar, con la actitud de un testigo imparcial. Este es un paso imprescindible para caminar hacia la transformación de la conciencia y la libertad. El siguiente paso es aceptar esa realidad para incluir lo que encierra. En sintonía con las palabras de Jung: “La meta es integrar todas nuestras partes, ya que lo que negamos nos somete, pero lo que aceptamos, nos transforma”.
LAS HERRAMIENTAS
- El círculo de palabra
- Mindfulness
- Trabajo de procesos
- Chamanismo
- Constelaciones relacionales
- Dinámica corporal libre y guiada
- Rituales sistémicos
- Comunicación transparente
OBJETIVOS
- Desvelar la información sanadora que encierran los desequilibrios físicos, psicológicos y emocionales.
- Tomar conciencia de los aspectos de nuestra personalidad que consideramos negativos para integrarlos y transformarlos en energía creativa.
- Desarrollar nuevas competencias que posibilitan acceder a una nueva manera de relacionarse con uno mismo y los demás en todos los ámbitos de la vida (pareja, familia, trabajo…).
- Afrontar situaciones familiares excluidas y no resueltas que afectan nuestra salud y equilibrio emocional, desde una perspectiva sistémica y transgeneracional.
- Salir de la continua repetición del pasado (drama inferior) para poder conectar con las múltiples posibilidades del futuro y vivir con un mayor nivel de conexión con el otro.
LA FACILITADORA
Irene Goikolea, facilitadora, coach integral y doctora en psicología profunda, lleva 25 años trabajando por el despertar de la conciencia, facilitando procesos grupales e individuales de desarrollo profundo y crecimiento personal. A lo largo de su trayectoria, ha promovido un trabajo de evolución consciente que va más allá de las ideas condicionadas sobre quiénes somos, basado en una metodología ecléctica que incluye la sabiduría del legado ancestral de sus raíces vascas.
Con calidez, profundidad y agudeza, anima a descubrir el poder, la sabiduría y la compasión inherentes que necesitamos despertar y equilibrar para impactar de una manera positiva en nuestro entorno y en la sociedad actual.
Irene es la inspiradora del proyecto Amalurra.
FORMACIÓN: Doctora en psicología profunda por el Pacifica Graduate Institute de Santa Barbara (California). Formación en constelaciones familiares, rituales sistémicos, chamanismo, Integral Coaching® , PNL, Hakomi, trabajo de procesos. Asimismo, se ha formado en yoga y Reiki, entre otras disciplinas.