Me siento muy afortunada de haber participado en el encuentro de fundadores y miembros de ecoaldeas y comunidades europeas Green Phoenix, celebrado recientemente en la comunidad suiza de Schweibenalp, como representante de la comunidad Amalurra. Para mí ha sido muy satisfactorio compartir estos días con gentes que, movidas por distintos impulsos, hemos llegado a valorar y a crecer en este modelo de vida comunitario. Sin duda, en este sentido, hemos atesorado una experiencia transitando este camino y así hemos aprovechado el encuentro para crecer juntos, ahondando en distintos temas y conociéndonos en una profundidad que normalmente en otros encuentros no se da.
A lo largo de estos 3 días de intercambio de vivencias, he constatado que existe un denominador común en todas las comunidades que nos hemos dado cita en ese estupendo escenario natural rodeado de montañas y lagos, y es que todos los proyectos, a pesar de partir de motivaciones y visiones diferentes, hemos ido integrando en nuestros modelos los diferentes niveles del ser humano: físico, mental y transcendental.
Además del enriquecedor intercambio entre las personas, el encuentro de este año incluía un ambicioso programa que ha abordado los siguientes temas:
- Liderazgo, incluyendo gobernanza, estructuras organizacionales, toma de decisiones y sucesión de fundadores.
- Relaciones dentro de las comunidades, incluyendo género, generaciones, sexualidad y amor.
- Espiritualidad, incluyendo ética, identidad transpersonal y trascendencia.
- Cooperación norte-sur, incluyendo migración, refugiados, formación y «partnerships».
- Redes de intercambio local/global. Economía, educación y comunicación.
- Impacto. ¿Cuál es el impacto que la red de comunidades tiene o quiere conseguir? ¿De qué manera cooperamos con otros movimientos y sectores? y
- Futuro de Green Phoenix
Sin embargo, tal vez lo que más valor comunitario supuso, fue el hecho de abordar en este encuentro el tema de los refugiados, planteado en un primer momento por dos representantes de la comunidad griega SKALA. Enseguida constatamos que la preocupación era unánime y sincera y que queríamos involucrarnos de manera activa y eficiente. Así surgió la idea de organizar un fundraising (colecta de fondos) entre los participantes que logró recaudar 1450€. También se planeó organizar otra colecta para recaudar fondos destinados a cubrir la ayuda inmediata en Lesbos y otras partes en Grecia. Propusimos enmarcar en GEN Europa esta iniciativa a la que llamamos "refuGEN".
Asimismo, constaté la sincronía entre la respuesta de los participantes en este encuentro y la que se manifestó en el último encuentro de las comunidades Amalurra. Esta sintonía corrobora que nuestro camino como individuos y como comunidad se enfoca, irremediablemente, hacia lo colectivo común, hacia lo que somos todos y uno: la humanidad.