Es curiosa la sensación que da el darnos todos la mano conscientemente. Miro a la persona a mi lado, le sonrío para hacerle saber que acto seguido buscaré su contacto, le doy la mano y la miro a los ojos por ultima vez. Después de esto, ya no miro más a esa persona, sino que mi mirada se dirige hacia delante, presentando esa alianza que acaba de suceder entre nosotros al Mundo. Mi mano coge tu mano, y la tuya coge la mía, y así muestro que puedes confiar en mí, que estoy contento de que estés a mi lado. Interiormente, siento como tu energía y la mía se mezclan, y aunque nos suden las manos y nos soltemos para secarnos, siento el hilo que nos liga a todos, esta sonrisa y esta conexión se han extendido, y todos los que nos estamos dando las manos hemos sido entretejidos casi sin darnos cuenta. En un momento así te sientes humilde, te sientes parte de algo más grande, y el pensamiento que me surge es:
Si esto es lo que se siente al formar parte de algo, ojalá recuerde esta sensación, aunque solo sea un instante cada día, al ver que todas y cada una de mis células siguen dándose la mano.
Muchas gracias por permitirme ser una célula de un cuerpo tan hermoso.